Este año una vez más viajé a Buenos Aires para tomar clases de yoga con Marina Chaselón, maestra certificada Iyengar; verdaderamente es un privilegio asistir a sus clases; es increíble cómo siempre hay algo nuevo que aprender y corregir y esta vez estuve luchando con mis escápulas y mis omóplatos; trabajo duro para mí, pero ella con mucha firmeza y paciencia me ayudó.
Este viaje fue súper especial y bonito. Aparte de las clases, hicimos full turismo, me encantó porque antes no tuve la oportunidad de hacerlo. Caminamos harto, encontramos sitios vegetarianos bacanes para almorzar, vimos un espectáculo de tango, mucho vino y comida rica, aunque fuera de la zona de Palermo es horrible porque opciones vegetarianas no hay. Celebramos dos cumpleaños, uno de ellos muy especial ... regresé feliz y con un par de kilos de más, cosa que me encantó.
Fué un viaje lindo en todos los aspectos.
Una vez más gracias a Marina; Voy a tratar de ir dos veces al año donde ella, si la oportunidad me lo permite.
Lo que me dió pena fue que encontré Buenos Aires bastante sucio, muchos desperdicios y cantidades ingentes de caca de perro en las calles. La gente súper descontenta y molesta con el gobierno actual. Pero a pesar de eso, Buenos Aires despide una linda energía y siempre es un placer recorrerla.
Lo que me dió pena fue que encontré Buenos Aires bastante sucio, muchos desperdicios y cantidades ingentes de caca de perro en las calles. La gente súper descontenta y molesta con el gobierno actual. Pero a pesar de eso, Buenos Aires despide una linda energía y siempre es un placer recorrerla.
Aquí algunas fotos del viaje.
Tigre
Restaurant Krisna
Krishna
Jardín Japonés
Jardín Japonés
Nuestro altar
Centro de Buenos Aires
Café Tortoni
Ferry que nos paseó en Tigre
