Aquí encontrarás notas y fotos de los viajes que he realizado a lo largo de mi vida.
18 de diciembre de 2007
Snorkeling en Maldivas
16 de diciembre de 2007
India
9 de diciembre de 2007
India....rostros
2 de noviembre de 2007
La ciudad de Shiva
Varanasi es un mosaico de tradiciones espirituales, un lugar donde la vida y la muerte están unidas de forma muy especial.
Es la ciudad de Shiva; cuenta la leyenda que Shiva calmó al Ganges cuando éste derramaba toda su furia en la tierra; lo entrelazó en su larga cabellera y así logró mitigar toda su fuerza destructiva.
Las aguas del Ganges o Ganga, llamada así por los Indios, son consideradas sagradas porque provienen de los Himalayas y sus aguas purifican el alma, tanto así que es un privilegio para los hindúes venir a morir acá. Las ceremonias de cremación se realizan en dos ghats principales (Ghat significa literalmente escalón). Los ghats son pequeñas plataformas que dán a la orilla del río más sagrado de la India; hay más de 100 y aquí vienen día a día millares de personas a bañarse, a purificarse, a orar, a lavar sus ropas, a hacer abluciones y a cremar a sus muertos.
Llegamos a Varanasi en la tarde y nos quedamos en el hotel Surya; bonito pero lejos de los ghats y eso nos quitó la posibilidad de poder caminar y experimentar los distintos matices que tiene esta zona a distintas horas del día.
Varanasi es caótica, sucia, contaminada, vacas y perros por doquier, pero al mismo tiempo con una energía que recorre todo tu cuerpo y que te hace estremecer.
En la noche presencié una de las ceremonias más maravillosas y que me tocó hasta el fondo del alma y agradecí por cada momento que compartí con miles de personas que llevaron su devoción y se la entregaron a la Madre Ganga, en un mosaico de cantos sagrados, música, fuego, luces y ofrendas.
"Río sagrado que naces de los Himalayas, purifícame, bendíceme, limpia todos mis actos y recíbeme en tus brazos."
Tuvimos la suerte de conocer a Nandu, un ser muy especial, con una mirada pura y sincera...él tiene su motorickshaw y con él recorrimos la ciudad y nos presentó a gente buena y honesta. El chico que nos llevó en bote por el Ganges nos contó un poco la historia de las cremaciones... La leyenda cuenta que Shiva decretó que si mueres en varanasi, eres incinerado y tus cenizas son esparcidas en el río sagrado, se detendrá el ciclo del samsara o reencarnación y finalmente tu alma estará lista para alcanzar el Nirvana o el estado supremo. Las familias vienen hasta aquí para darle a sus seres queridos la oportunidad de que su alma no reencarne más. Nadie llora, dicen que si lloran el alma no descansará; es un privilegio morir aquí.
Existen dos Ghats de cremaciones: el tradicional donde creman a la gente con leños y el moderno donde utilizan hornos eléctricos, el último es usado por gente muy pobre que no puede pagar la incineración tradicional. Los cuerpos son envueltos en telas simples y colocados en una camilla de caña y luego sumergidos en la orilla del Ganges, ahí se dice que el cuerpo es purificado antes de la cremación. Fuimos testigos del baño de purificación de un cuerpo que espera ser cremado y entregado a la Madre Ganga; por obvias razones, no hay fotos de esa ceremonia... sólo miro, y con mucho respeto me uno en silencio a las oraciones por esa alma que está a punto de ser recibida por el señor transformador de toda la creación, el que destruye para regenerar y quien la guiará hacia el Nirvana.
Aprendí esa noche que existen seres que no son cremados al morir, que sus cuerpos son arrojados al río: son tan puros que no hace falta nada más, sólo ser entregados a las agiuas sagradas: Los Sadhus (ascetas, hombres santos, sagrados), las mujeres embarazadas, los bebés y los que han sido mordidos por una cobra, porque éstas son consideradas sagradas (shiva lleva cobras en alrededor de la cabeza y el cuello).
Volví a los Ghats la mañana siguiente a las 5 de la mañana a vivir una experiencia distinta a la de la noche anterior. Vimos salir el sol en este lugar sagrado y dediqué con mucho respeto y agradecimiento un mantra al lugar y a los dioses que nos recibieron y nos dejaron ser testigos de la devoción y espiritualidad de un pueblo.
Sumergí mis pies en las aguas sagradas y me invadió una sensación indescriptible; el corazón casi se sale de mi pecho; cerré mis ojos y esferas de colores entraban y salían de mi ser. Mi espíritu está agradecido y rebosante de felicidad.
Cada momento de esta experiencia está grabada en lo más profundo de mi ser, me ha enriquecido y agradezco por ser tan afortunada.
Namaste.
28 de octubre de 2007
Viaje a la India. Sep/Oct 07
Aunque uno venga "preparado" para sumergirse en una cultura totalmente distinta, al llegar te das cuenta que hay mucho que aprender y que asimilar y que nada de lo que imaginaste se acerca a lo que te vas a encontrar. Algo tan simple como un movimiento de cabeza que nosotros interpretamos como indiferencia y agresividad es simplemente eso: un movimiento de cabeza para decir está bien (¿aún los preconceptos priman en nosotros?)
La comida fue un tema complicado también pero que felizmente logramos manejarlo bastante bien. No entendíamos nada de nada (matar, shahi, kadai, bharma, tadka, etc) cuando nos traían los menúes y cuando preguntábamos cómo era el plato sólo nos repetían el nombre. Pedíamos "no spicy", "no pepper", "no curry", y nos decían NO PROBLEM; a la hora de la hora te picaban hasta los dientes, jaja!!!! finalmente aprendimos qué platos no picaban y nos ceñimos a esos: basmati rice, dhal, vegetable biryani, paneer teeka y a un par de platos chinos y porsupuesto mucho naan y mucho chapati SIEMPRE. Al final de la comida, un platito con anis cristalizado, anis tostado y azucarado para masticar y matar el picante y refrescar el aliento (claro, con tanto condimento).
En el próximo artículo escribiré sobre nuestro recorrido por distintas ciudades y sobre los lugares maravillosos que conocimos.
8 de agosto de 2007
La foto de la semana
31 de julio de 2007
Viajes a Tailandia. 1999 & 2002
Otra parada obligatoria es el Wat Po uno de los templos más antiguos de Bangkok, data del siglo XVI, aunque fue reconstruído por Rama I en 1789. El Wat Po se encuentra a un paso del Palacio Real y ahí se encuentra el Buda echado, maravillosa y gigantesca estatua de ladrillo y argamasa cubiertos de pan de oro e incrustaciones de madreperla de 46 metros de longitud por 15 metros de altura y representa a Buda en el momento de su acceso al Nirvana o Iluminación.
En el Wat Po se encuentra la escuela tradicional de masaje tailandés, considerada como una de las mejores del Asia. Ahí te dán masajes de media hora o de una hora, cosa que no te puedes perder; y si te animas y tienes el tiempo, puedes tomar un curso intensivo de un mes (http://www.watpomassage.com/).
Sukhothai, a 440Km. al norte de Bangkok, es considerada como la capital del primer reino independiente tailandés. Durante el siglo XIII aquí floreció una exuberante y creativa cultura basada en el budismo. Declarada por la UNESCO patrimonio mundial, la antigua Sukhothai es rica en ruinas de muchos templos de influencia Khmer, hindú, birmana y Mon.
Chiang Rai, es la provincia más al norte de Tailandia y la puerta del "triángulo de oro" formado por Tailandia, Myanmar y Laos; ubicada a 785Km. al norte de Bangkok. Lo más bonito que se puede encontrar en esta provincia del norte son sus maravillosos paisajes que pueden ser recorridos en el lomo de un elefante. También se puede visitar el centro de rehabilitación de elefantes (en mi 2° viaje habían 22). Muy cerca se halla Mae Hong Son, considerada la provincia más remota del norte de Tailandia, frontera con Myanmar o Burma. Ha adquirido la influencia de las tribus montañesas y de la cultura birmana y thai. Hicimos una visita a la tribu Karen o de las mujeres "jirafa"; costumbres que se conservan no sé si por tradición o por simple atracción turística. Se puede visitar en un día.